¿Cuál
es el signo que nos identifica a los cristianos? … La Cruz. La Cruz es el signo
que nos identifica, pues en la Cruz Jesús murió por cada uno de nosotros.
Ningún otro signo es más importante. Así que los cristianos no nos preocupamos
si somos de acuario, de sagitario o de cualquier “signo” de cualquier
horóscopo, pues los cristianos no creemos ni en horóscopos ni en todos los que
dicen adivinar el futuro o el destino.
Un
día Jesús se los dejó bien clarito a los discípulos. “Vean las flores del
campo. Ellas no hilan y sin embargo ni el Rey Salomón en todo su esplendor se
vistió como una de ellas. Miren los pájaros del cielo. No siembran ni guardan
comida en graneros, sin embargo ninguno cae a tierra si Dios no lo permite.” Y
Jesús agregó: “no se anden preocupando por que vestirán o que comerán mañana
pues cada día tiene ya sus propios problemas. Busquen primero a Dios y el resto
se les dará por añadidura.”
El
cristiano no necesita ni de horóscopos, ni de brujas que le lean la mano, ni de
jueguitos que invocan a espíritus para preguntar el futuro… Hace unos días que
circulan ese tipo de actividades, algunas más viejas y otras más nuevas con
formato renovado y nuevos nombres, pero con los mismos objetivos: alejarnos de Dios. Anoche leí que el último
de ellos es aparentemente una estrategia comercial para promocionar gratis una
película próxima a estrenar. No me extraña. Con tal de ganar dinero los hijos
de las tinieblas son muy astutos. Y a veces los hijos de la luz, los bautizados,
los cristianos, caemos en esos jueguitos pensando que son solo eso…
Pero
en el fondo, jugar a intentar adivinar el futuro… cuantos hijos tendré… cuanto
viviré… etc, etc… esconden una gran desconfianza en Dios. Porque Dios es un
Padre ¿y que padre no dará a su hijo lo que necesite? ¿Se imaginan que dirían
sus madres o padres si cada día ustedes intentaran averiguar que hay para almorzar
pero preguntándole al vecino? Entristecerían a sus padres por la falta de
confianza en ellos. Bueno… consultar horóscopos o supuestos espíritus ofende a
Dios Padre y además nos expone a ser lastimados por el demonio, que, como
también dice la Biblia, anda como león
rugiente buscando la ocasión de lastimarnos… ¿Quién jugaría con un león?
Sólo un loco…
No
olvidemos que somos hijos de la luz, no de las tinieblas. Somos hijos de Dios
¡hijos! Y los hijos de Dios creemos y confiamos en la PROVIDENCIA de Dios. O sea, en que Dios provee y está al tanto de
todo lo que sus hijos necesitan. No ofendamos a nuestro Padre Dios consultando
o jugando a esas cosas, pues además ofendemos y entristecemos también a nuestra
Mamá María, que vio con mucho dolor
como su hijo Jesús moría en la Cruz por nosotros y lo aceptó también por amor a
nosotros.
Recemos
a Dios para que perdone nuestras ofensas y nos ayude con su Gracia.
Padre
nuestro que estás en los cielos….
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